Aún integrando lo vivido en el Retiro de Otoño… Dejamos caer nuestras hojas, nos deshicimos desde el amor de todo aquello que ya no nos sirve, para entrar limpias y fuertes en el invierno. Dejamos ir, y nos dejamos ir en el amoroso abrazo grupal. Agradecidas a la Vida…a la Madre Tierra por acogernos…a la Yurta, esa Sala tan especial donde el trabajo más profundo se hace fácil, donde la energía que habita en ella te lleva al lugar Sagrado dentro de ti…a Sierra Natura, Carmen y Diego, creadores del espacio y las personas que nos han cuidado y mimado…a Jordi, que ha alimentado nuestros estómagos y nuestros sentidos, desde su corazón maravilloso expresándose en sus deliciosos platos…a todo el Grupo por su implicación, amor, confianza y trabajo profundo. Namaste
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